Esa casa de Nueva Jersey de la que te hablábamos era una belleza...., pero no empezó así. Claro, nos encantaba lo que el buen agente inmobiliario describía como "un porche de limonada" y soñábamos con vernos sentados en la "gran sala" disfrutando de momentos cálidos con la familia y los amigos. Pero no empezó así, sino como una pequeña casa colonial, construida más de 50 años antes... ¡y mostraba su edad!

Estábamos cerca de Nueva York, así que nuestro Inversor sabía que podía arreglar la casa y venderla para obtener un buen beneficio. Y así lo hicieron, y conseguimos nuestro porche de limonada. Y no sólo nosotros. De repente, una oleada de reformas empezó a extenderse por todo el país... o al menos por nuestro barrio.

Las casas originales que salpicaban nuestro paisaje eran todas casas antiguas. Habían sido hogares felices, en otro tiempo, pero ahora necesitaban urgentemente un lavado de cara o algo más. Las casas envejecen y hay que rehacerlas, ya sea arreglándolas, rehabilitándolas o mediante otras formas de inversión inmobiliaria. Por eso hemos creado Diggifi: para ayudarte a financiar tus diggs (que en argot significa "casas", por si no lo sabías). Digg-ifi... ¿lo pillas? 😊

Ah, y financiar no significa sólo conseguirte el préstamo o incluso gestionar las detracciones de la construcción. Vale, gestionar las disposiciones de construcción es importante, pero también lo es preocuparse de los gravámenes mecánicos, las exenciones de gravámenes y las liberaciones de gravámenes (tanto incondicionales como condicionales). Todo esto vincula tu hipoteca, préstamo para la construcción o préstamo puente con los planes del proyecto, la gestión de los subcontratistas y el cumplimiento de los plazos del proyecto.